Empiezo a escribir hoy desde esta cama incomoda que se convirtió en mi lugar por 6 días, entre el ruido estruendoso de la papelera de acero al final del pasillo y el caminar acelerado de las enfermeras, sus caras que ya reconozco y esta luz blanca que hace más evidente mi cansancio que apenas pasa.. Se podría decir que recién volví a mi, a este espacio que reconozco como mío en el que habito, y volví más agradecida que antes, porque reconozco que se siente luchar por no irse cuando no quieres, sensible, emocionada, doy gracias por poder abrir los ojos y respirar, (lloro sola de felicidad y agradecimiento) porque aunque los milagros cotidianos no se valoren, respirar es un milagro, respirar, abrir los ojos y que tus seres queridos estén ahí para hacerte saber que están presentes ha de ser una manifestación milagrosa también, la energía poderosa que movieron las manos de el equipo que luchó durante 8 horas conmigo sin detenerse ha de ser un milagro.
Este ha sido un proceso al que llegue sin miedo, no me daba miedo la incertidumbre de lo que significaba, me preparé emocionalmente para esto, estaba lista para luchar si era necesario, solo las ganas de tener la oportunidad de ver los pequeños milagros que nos ofrece la vida a diario y poder abrazar a los míos al salir de aquí. (Aunque no supero el perderme el cumple de mi hermano y la torta fría de ni madre)
Recién mi tía compartió como va mi salud y les hizo saber que estoy bien (desde mi facebook) y muchos no sabían que pasaba conmigo, porque es un proceso muy personal el cual he compartido con los más cercanos, sin embargo agradezco su preocupación y apoyo a quien recién se enteraron, agradezco los mensajes, los emails, los mensajes y esta pieza de Bach que mi amigo Ale toco para mí en el piano para acompañarme un poco.
La vida nos presenta muchas batallas, esta es una a la que me le pongo de frente acompañada de personas maravillosas. La misión es ser mejor y estar mejor, reconocerte como parte de esa cotidianidad que debes amar, y en ese reconocimiento darte la oportunidad de regalarte un espacio para ti, para vivir. La misión es no darle más valor a lo que puede comprarse que a lo que puedes y con quienes puedes vivir, porque un día te estás ahogando en un hospital y solo te acuerdas de quién podría sufrir tu ausencia y son ellos quienes te dan impulsos para luchar, no las cosas que creíste que valían algo.
Muy agradecida porque me reconozco rodeada de amor, porque abrí los ojos y no estaba sola, porque este es el sitio más alto de esta etapa difícil, ahora solo falta bajar, airosa.
Gracias infinitas por tanto cariño y preocupación! Por quienes se ofrecieron en apoyo, quienes donaron, y me han acompañado. Mi bella familia, los amo.
- Me recupero a paso seguro!
Lised