Preboda en las dunas de con con
Conocí a Nico y a Mauri en el matrimonio inolvidable de mis queridos Fran y Chris, en el Club de Campo Las Salinas, en Viña del Mar. Todavía recuerdo a Nico ese día, deslumbrante en su vestido rojo y con un peinado estilizado que acentuaba su elegancia natural. Les tomé algunas fotos juntos sin imaginar que, tiempo después, me elegirían para documentar una etapa tan hermosa en sus vidas.
Unos meses antes de su matrimonio, me escribieron para preguntarme si podía ser su fotógrafa de bodas. No puedo describir la emoción que sentí al recibir ese mensaje. No solo porque sería un honor fotografiar a una pareja como ellos, sino porque su relación es de esas que te inspiran. Hay algo especial en cómo se miran, en cómo se comunican con una honestidad tan auténtica, en esas miradas cómplices que parecen decirlo todo. Y, claro, también en esas anécdotas llenas de humor que los hacen únicos (incluidos algunos repiques telefónicos que solo ellos entienden).
Cuando planificamos su sesión preboda, no hubo dudas sobre el lugar. Las dunas de Concón y Ritoque fueron la elección perfecta, con su paisaje infinito de arena dorada y la luz que las transforma en un escenario mágico al atardecer. Llegamos con la idea de disfrutar de una tarde relajada, y así fue.
Caminar por las dunas fue una experiencia en sí misma. La conexión que tienen Nico y Mauri se sentía en cada paso que daban, en cómo se reían de los pequeños imprevistos que surgían, en cómo se miraban cuando el viento juguetón movía su cabello. Nos dejamos llevar por la naturaleza del lugar, aprovechando cada rincón, cada momento en que la luz parecía abrazarlos, creando un ambiente íntimo y lleno de calidez.
Terminamos la tarde con una mezcla de risas, arena en los zapatos y fotos que cuentan su historia de amor de una manera única. Porque eso es lo que tiene una sesión preboda en un lugar como este: no solo capturas imágenes, sino también emociones, recuerdos y momentos que quedarán grabados para siempre.
Trabajar con parejas como Nico y Mauri es un regalo. Su energía, su autenticidad y esa forma tan bonita que tienen de vivir el amor me recuerdan por qué amo lo que hago. Cada sesión es única, pero hay algo especial en documentar historias que te hacen sentir que estás justo donde debes estar.
Si estás planeando tu sesión preboda y sueñas con un lugar mágico donde puedas ser tú misma y disfrutar de un momento inolvidable con tu pareja, te invito a que lo hagamos juntos. Las dunas, la playa o cualquier rincón que tenga un significado especial para ti pueden convertirse en el escenario perfecto para contar tu historia de amor.
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